Él pensó que podía caer, ella no cayó, pero quedó en ella esa duda, y no podía quedarse con eso dentro, tenía que tomar decisiones pronto y su decisión fue esa no seguir con ese juego.
Pronto se acercaban sus vacaciones y quería resolver este tema, un tema que hacía un año estaba rondando por su mente, habría sido verdad lo que le dijo? habría pasado por todo este problema sólo?, tenía que averiguar, tenía que ir.
El avión que sube y baja, los tickets, los itinerarios, los pasaportes, los miedos, su mal inglés y por fin llegó a Inglaterra, estuvo dando vueltas en el hotel y por sus alrededores, se subió a los carros rojos y visitó todo Londres, pero fue todo como una película, ella estaba hecha una autómata.
Regresó al hotel, y no pudo dormir en toda la noche, se levantó por la mañana hecha añicos si bien es cierto las camas eran cómodas, la idea de presentarse a esa dirección y averiguar la verdad cruda y sencilla, la estaba matando.
La tarde estaba medio gris, el edificio se levantaba ante ella grande, elegante, sus zapatos estaban clavados al piso húmedo, todas las ideas caían como un cascada, tenía que acercarse y llamar, caminó hacía la lista de propietarios y cuando estaba ya decidida a tocar el interruptor la sombra de una persona la sobresaltó, cuando volteó la cabeza lo encontró ahí parado, frente a ella, el de la foto, era él, mirándola con cara de extrañado, ella apretaba a su pecho el file rojo con todos los mails y poemas que había recibido supuestamente de él.
En su perfecto inglés le preguntó a quién buscaba.
Dentro de su mente gritaba: _a ti, a ti_
_Estoy buscando al Sr. Williams.
_Pues el Sr. Williams, soy yo_
_Tiene Ud. Un momento para hablar, necesito decirle algunas cosas, no es nada malo, para usted claro, aunque sí, tal vez ... creo que para mí y para usted.
El retrocedió un poco extrañado.
_Sr. Williams disculpe, si no quiere recibirme está bien, con sólo decirme que usted es quien es ya me hizo un favor, que no me reconociera, ya entendí bien las cosas, gracias de todas maneras.
Cuando estaba lista para bajar un escalón.
_Espere, no se vaya, de qué se trata?_
_Es algo confuso, realmente _
_Ok. Señora, desea entrar y hablar.
Las piernas le temblaban, entrar? pensó, no sabía cómo caminar, se tropezó con el último escalón y sintió su mano sujetándole el brazo.
_Tenga cuidado, el piso está un poco resbaloso, por las lluvias sabe_
Ella sólo asintió con su cabeza, no tenía palabras, sólo las que había estudiado mentalmente y no quería pronunciar ninguna para no olvidar nada.
Llegaron al departamento, él se adelantó para abrir la puerta y su cercanía invadió su cuerpo de temores y angustia pero también de emoción, le dio espacio para que entrara y su hombro rozó el pecho de él, sus ojos estaban clavados al suelo y sentía la cara sonrosada, le ayudo a quitarse el abrigo y en cierta forma sintió descanso de desahogarse un poco de ropa, el gorro que había comprado en un "mercado de pulgas" que databa de los años veinte, los guantes de cuero, el foulard de Burberry mientras recibía cada prenda su mirada recorría su cuerpo, le señaló la dirección de la sala y le invitó a sentarse, le ofreció un té y claro se lo aceptó, su lengua y su garganta estaban secas, de la emoción, de la angustia, el corazón latía tan fuerte que pensaba qué él podía escucharlo hasta la cocina donde se encontraba preparando el bendito té.
_Bueno señora, escucho lo que ha venido a contarme_
Respiró profundo e inició todo su relato, la cara de él iba cambiando de expresión, fría y lejana a sorpresa y molestia, cuando percibía que no llegaba a entender volvía a repetir la idea de otra forma y le enseñaba cada una de las cartas, poemas y mails.
En un instante se quedó leyendo cada uno de los papeles que le iba entregando, los miraba intrigado y un poco molesto, hasta pensó que estaba muy molesto, pero no con ella sino con la persona que había tramado todo esa historia en su nombre.
_Y bueno, he venido hasta acá, porque tenía la duda y quería confirmar y no quedarme con este sentimiento para siempre.
_ Sólo ha venido hasta acá… sólo por esto? Señalando el file rojo.
_ Pues también para conocer el país, y de paso para este asunto_ suspiró_ bueno, hasta acá llegué, gracias por atenderme Sr. Williams, si no lo hubiera hecho, me hubiera sentido fatal, creo que me volví un poco obsesiva, gracias nuevamente, por su tiempo y por las molestias que le he ocasionado, si desea le dejo el file, si es que desea hacer alguna averiguación, no sé.
Se quedó mirándola un instante, y como si despertara de repente.
_ Disculpe, señora, me dijo que venía de dónde?
_Perú_
_ Oh!!!
Se levantó como si le hubieran puesto un resorte, ya no tenía más que conversar, no tenía más que decir, y quería llegar a su hotel, para hacer algo, llorar, gritar, meterse de cabeza a la bañera.
_Bueno, Señor Williams, de nuevo gracias por su tiempo, no quiero molestarlo más, tal vez tenga cosas más importantes que hacer, que escuchar a una loca como yo.
Avanzó a donde estaba colgada su ropa y él la siguió para ayudarla, su proximidad le hizo temblar una vez más, él era otra persona, no era él con quien había conversado hacía tiempo era otro distinto pero, le hacía sentir extrañamente atraída.
_ Es un poco tarde para que una extranjera esté andando por ahí, le molestaría que la acompañe a tomar el taxi, dónde está hospedada?_
_No se preocupe Sr. Williams, ya le he quitado mucho de su tiempo y no quiero incomodarlo, cruzo la pista y tomo el taxi, estoy cerca sabe, hasta estoy pensando regresar caminando para pensar un poco, esta situación es un tanto extraña, como usted comprenderá_
_Pues sí, es cierto, un tanto extraña y desagradable también, pero como usted me indica, donde usted está hospedada está cerca y si va a caminar sola no se lo recomiendo puede perderse, o tal vez ya no quiere saber nada de mí y cortar este tema de raíz, tal vez yo la incomodo_
_No, usted no, es la situación, pero como le digo no quiero incomodarlo más con mi presencia, Sr…
_ Patrick, soy Patrick y no me va a incomodar acompañarla, no quiero que regrese a su país y diga que los ingleses no somos unos gentlemen_
Aquella sonrisa.
Sus ojos lo miraron como si fuera un fantasma, le asustó la idea de ir caminando con él, caminar con un extraño conocido, qué es eso mujer?
Al abrir la puerta del edificio, el aire frío pegó en su cara, pero su cuerpo estaba tan caliente por lo sucedido que dejó de sentirlo mientras pasaban los minutos, él le iba dirigiendo como llegar, realmente se hubiera perdido si se iba sola, el tráfico era diferente, las calles eran diferentes y casi se resbaló de nuevo, él la sujetó del brazo nuevamente y sentirlo hizo que se desatara en llanto, no podía calmarse, no encontraba sosiego, él la miraba asombrado, tal vez por ver a alguien llorar con tanto sentimiento o con tanta rabia, no podía dar un paso más, solo quería llorar y llorar hasta que todo el llanto de sus adentros se gastara, él no sabía qué hacer y decidió abrazarla y sus lágrimas brotaron con más dolor, con más sentimiento, su abrazo caló tan profundo, su olor, su cuerpo, su presencia la envolvió, hacía un año de ese episodio que no sentía a nadie cerca, no había tenido más contacto con nadie, sentía que su piel se abría como una flor en primavera, y sus lágrimas no cesaban.
_Calma, calma, yo sé, está en shock, es por eso que no quería que se fuera sola, pensé que podría pasarle algo_
Al escuchar esas palabras, su cuerpo lo rechazó y de un movimiento se liberó de sus brazos y entre llantos le gritó.
_Ningún hombre merece nada de esto, lloro de pena que existan personas que sepan aprovecharse de los sentimientos, lloro de rabia.
_Perdóneme por favor, no quise ofenderla, por favor no vayamos a su hotel, no quiere ir a cenar algo, ha estado toda la tarde esperándome, según lo que me comentó, vamos a conversar, yo no tengo nada planeado, qué dice, vamos?
Aquella sonrisa nuevamente.
Aquella sonrisa nuevamente.
Se dejó llevar por él, su mano de pronto volvió a su brazo y le fue guiando a un restaurant cercano.
_ estoy horrible, no tendrá vergüenza de entrar con alguien con los ojos rojos e hinchados de haber llorado tanto, pensaran que usted me ha golpeado.
_ Eso interesa ahora?
_ Pues creo que no, Sr. Wil…
_Patrick, ok
_ Ok, Patrick, no creo que sea correcto que hagamos esto, es tan raro, tan extraño.
_No importa, el destino a veces juega con nosotros y es por algo, dejemos que fluya.
Ahí estaba, sentada con él en el "restaurant" y sí todos les observaron al ingresar, no sabía cómo esconder sus ojos hinchados de tanto llorar, él sonreía regalándole la confianza que había perdido.
Conversaron mucho y muchas cosas, en un instante se encontraba sonriendo por algo que él le había corregido al hablar, cuando llegaron a su hotel, pensó que los dos años se habían perdido entre las calles camino al hotel, él le había contado todo sobre él y ella también.
_Cuándo te vas?_
_ Qué tan rápido te aburriste de mí, que ya quieres que me vaya, será porque he hablado tanto? _
_No, no es eso… _ sonrió de nuevo, aquella sonrisa.
_No te preocupes los latinos somos de hacer bromas a todo, no me hagas caso, yo hago bromas cuando me siento nerviosa_
_Y porque te sientes nerviosa, o sea, yo sé, pero creí que ya estaba resuelto no?
_Pues sí y tú me diste nuevas esperanzas, hay personas buenas realmente, que sin conocerte te tienden la mano como tú, hoy.
_Entonces cuándo te vas?
_Cinco días, luego parto, mi familia me espera.
_Y en esos cinco días puedo buscarte y hacerte yo el tour.
Su sonrisa iluminó el lobby del hotel, las calles, los autos, llegó hasta el Támesis y podría jurar que si lo hubiera visto en ese instante habría sido de color azul como los ojos de él, hasta los rincones más oscuros de Londres se iluminó, esa sonrisa llenó su alma.
_ Si me lo pides de esa forma no puedo negarme, está bien pero prepárate porque voy a llorar mucho…
Fin.
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