domingo, 29 de abril de 2018

CARTAS DE PARIS: Cap. 4 (Historia basada en hechos reales)

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El tiempo estaba transcurriendo tan lento, tal vez por la soledad,  el hastío, la desesperación de volver a ver a su familia, si hubiera alguien, pero no hay nadie que pueda poner en riesgo su integridad por ella, en este lugar no, el recuerdo de Guido le ayudaba a sobreponerse, él sí hubiera puesto todo por ella, pero ni sabe donde estoy, que le habría dicho su tía cuando él volvió, fue tan poco su amor que no hizo nada para buscarla? ni siquiera yo sé donde estoy, ni siquiera sé a ciencia cierta qué pasará conmigo se decía. De pronto una idea cruzó por su mente, la viejita.
_ gracias señora por venir, Danilo me dejó cosas para que coma pero ya se están acabando y no puedo salir, ni siquiera sé donde estoy.
_ estás en la montaña mi hijita _
_ es muy lejos de Lima?_
con un sonrisa:
_ uy, mi hijita, muy lejos, pero muy lejos y mejor ni lo pienses.
Lo dijo al ver que el rostro de Camelia se entristecía.
_ Las cosas a veces son de manera diferente y nosotras las mujeres no podemos hacer nada para  cambiarlo_
_ si esto no lo puedo cambiar, lo último que quisiera es ver a mi padre por última vez_
La vieja solo se volteó y se perdió en el camino, ella la veía por la pequeña ventana, pequeña y grande  a la vez, por ahí veía su libertad bailar por las noches y cansarse por las mañanas, si se escapaba por dónde correría, por dónde sale el sol, por dónde se esconde el sol, seguiría el camino que emprende la anciana cada vez que se va y de ahí a dónde, a dónde?
Al pasar las semanas empezó a sentir malestar, le dolía todo el cuerpo, no soportaba el olor del roble o de la hierba humedecida por la lluvia.
Se quedaba horas mirando por la ventanilla, rogando que apareciera alguien y cuando aparecía la viejita con su caminar cansino el sol entraba en su alma.
sacaba sus manos por la ventanilla y la saludaba, a lo lejos ella también lo hacía.
_ pensé que nunca más vendría_
_ y porqué? tal vez por que ya estoy vieja? y sonrió.
Camelia bajó la mirada.
_ estoy sintiéndome mal en estos días_
Sus largas pestañas se llenaron de lágrimas.
La viejita la miró profundamente, sólo como los ancianos suelen mirar para saber qué solución se puede dar apoyados por su gran sabiduría.
_ mi niña, estás embarazada_
Aquellas palabras retumbaron en su cerebro haciendo que perdiera el equilibrio, perdiendo el conocimiento.

continuará...

jueves, 26 de abril de 2018

EL EUCALIPTO-Cap.2

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Por un instante su llanto empezó a ceder al sentimiento de pasión de quedarse con algo del otro, él fue soltando los pasadores que sujetaban el vestido, las crinolinas los rodeaba como nubes, se habría paso entre los volantes y el miriñaque como si entrara en un selva, el vestido era azul de tafetán y emitía sonidos en cada movimiento  haciendo excitar a los dos  por fin cedió, sus besos caían como lágrimas, ella se sujetaba de él y él sujetaba sus cabellos, besándola tan fuerte que quedaría impreso en ella, el éxtasis los hizo olvidar por un instante de todo lo que estaba sucediendo, solo pensaban entregarse uno al otro, sentir la piel y llevarse su olor, por un instante se quedaron tendidos, desnudos bajo el sol, con una nueva versión de Adán y Eva, él acariciaba su cuerpo y lo besaba, había llegado la hora de partir y como si fuera un ritual la fue ayudando a vestir, al final besó sus manos y las acarició con su cara.
_ Recuerda tienes que esperarme, yo haré lo imposible para regresar y llevarte conmigo, promételo_
_  Lo haré, pero promete que no te demorarás porque moriré si no vuelves_      
_ Lo juro! _
Los perros ladraron. Eso los exaltó.
_ podrás llegar a casa?_
_ sí, dejé las marcas de la planta, la que me enseñaste_
_ bien_
Las lágrimas corrían como mar bañando su rostro mientras ella se alejaba y no tenía más solución que la que había decidido,  la silueta de ella se iba alejando, el vestido azul le daba como un aura de diosa, las cintas rizadas bailaban alrededor de ella como un tiovivo, su espalda suavemente se iba alejando de él y vio por última vez  que se volteaba y alzaba la mano despidiéndose, ella también iba llorando, porqué la vida había sido tan injusta y su padre también, se fue alejando hasta perderse en la oscuridad, él corrió tan deprisa como pudo con el temor de que alguien podría encontrarlo.
Él había pensado que iba a demorar mucho tiempo para regresar pero un golpe de suerte lo hizo volver y reclamar por lo que consideraba era suyo, cuando él regresó al pueblo, nadie lo reconoció por que ya poseía el porte de caballero, sólo un amigo, uno que trabajaba con él en el mercado lo recordó, él le contó que habían descubierto  quién había matado al tesorero, por fin se sentiría libre, por fin las cosas regresaban a su cauce, nadie sabía del romance que había tenido con  Altagracia, ahora  él era un hombre próspero, se había pasado el último tiempo trabajando para tener la posibilidad de buscarla y llevársela lejos, muy lejos y vivir su amor, el corazón no entendía de razones la felicidad lo invadió tanto que sentía que flotaba mientras se dirigía a la casona, mientras se iba acercando el lugar se tornaba más lúgubre, las plantas y flores estaban secas, desaparecidas, la tristeza de mi lejanía tal vez  hizo que se deprimiera y no volvió a cuidar las plantas que tanto amaba, se decía a sí mismo.
Hizo sonar la campanilla y abrió la sirvienta aquella que siempre acompañaba a Altagracia, los ojos de la mujer se llenaron de espanto y solo pudo romper el llanto, el ruido de sus sollozos hizo que el padre se acercara preguntando qué pasaba, al igual que la sirvienta el padre también expresó el asombro en sus ojos, él no entendía.
_ Dónde está Altagracia, Altagracia, Altagracia!!!! Gritó y su grito se escuchó en todo el pueblo.
_ nosotros pensamos que Altagracia se había fugado contigo y dijimos a todos que se había ido a estudiar  a la ciudad.
_ No, ella nunca vino conmigo se quedó esperando mi regreso_
Quedó por un instante en silencio y su cara se fue transformando con un "ritus" de dolor.
_ no, no, yo sé dónde está, yo lo sé_                                                                  
Corrió por el camino como un demente, detrás de él corría el padre, la sirvienta y el encargado de la caballeriza, llegaron al borde del bosque y no intentaron entrar pues tenían miedo de hacerlo, en cambio él sí lo hizo, fue siguiendo las manchas rojas dejada por el árbol del eucalipto, los demás a lo lejos escuchaban sus gritos llamándola, al cabo de un rato se escuchó un grito profundo que espantó a las aves quienes gritaron a viva voz mientras volaban, la sirvienta cayó de rodillas bañada en llanto.
Ella estaba tendida ahí entre las ramas de un árbol de eucalipto, su fuerte esencia hacía que se distorsione el olor que emanaba el cuerpo y el frío del invierno había retardado su inevitable putrefacción, ella estaba como dormida, oscura, en su rostro se dibujaba un hilo de sangre que se iniciaba desde la frente hasta un lado de la cara,  el cabello había crecido, en su mano aún tenía la rama seca de la planta,  se había perdido, se había golpeado y tal vez sus gritos nunca se escucharon.
La tomo entre sus brazos y salió con ella, el padre al ver tal escena cayó también de rodillas.
_ fue mi culpa, fue mi culpa, yo tratando de culparte, solo traje tragedia a mi hogar_
_ usted lo ha dicho, toda la culpa es suya, ella no tendría que es estar aquí, ella tendría que estar conmigo, feliz_  los gritos de dolor se oían.
El partió para siempre pero en ese bosque siempre se escucha a una mujer llamando a Casiano, los que pasaron por ahí hacía un año pensaron que eran espíritus que habitaban en el bosque o el viento.
Ella ya es un espíritu.
No existe más tragedia que el prejueicio o el miedo, el miedo a lo desconocido, el temor a que los convencionalismos no se cumplan, al qué dirán, no hay peor tragedia que creer que somos dueños de alguien y que por ello se debe hacer lo que uno dice, no hay peor tragedia que manipular el destino sin darte cuenta que lo estás trabajando para conseguir tu propia tragedia, no hay peor tragedia que luchar contra el Amor.

Fin.

miércoles, 25 de abril de 2018

EL EUCALIPTO-Cap. 1

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El bosque se veía como el firmamento, oscuro, ancho, inmenso, los árboles parecían soldados cuya consigna era no dejar pasar ni un rayo de luz, ella miraba la punta de su zapato como si le estuviera dando una orden y este no le hiciese caso, porqué había leído esa carta, porqué había decidido ir hasta ahí, las mujeres de la casa le hubieran dicho que en el bosque no encontraría más que peligros, pero acaso  importaba eso, no era mejor volver a ver su rostro y escuchar su voz. 
Aun así el temor todavía la tenía paralizada en el "claro", justo antes de ingresar a esa selva negra, al cabo de un largo rato alisó el vestido como un reflejo de valentía y con los ojos cerrados inició el ingreso al bosque aquel, en la mano portaba una planta que al quebrarla la sabia se tornaba roja y con ella iba marcando un árbol en cada trecho, ya estaba cansada y no encontraba algo que le diera la pista que estaba cerca al punto de encuentro, de pronto escucho una rama quebrarse, se paralizó por un instante y luego empezó a correr, se olvidó de la rama, de la bolsa y de la manteleta y si hubiera podido se hubiera arrancado la falda para poder correr con más rapidez, su cerebro explotaba de miedo sintiendo el latido de su corazón, cuando sintió que ya nada la seguía se quedó parada junto a un árbol, jadeante, mirando a su alrededor, tratando de respirar y mirando alguna rendija por donde pasara un rayo de luz, de pronto una mano la sujeto, simultáneamente resonó un grito ahogado, los pájaros que estaban cerca hicieron eco del sonido  ya no pudo hacer nada más.
La mano fuerte de él apretaba su boca y sus ojos la miraban tan cerca, la sensación de susto se había ido y no esperó para abrazarlo con la fuerza que podía, solo querían besarse hasta que se acabarán los besos y tocarse hasta que se gastara la piel.
_ te traía algo de comer pero lo deje caer al correr_ 
_ no te preocupes yo sé dónde está tu bolso y tu manteleta, vamos  a buscarlos mientras hablamos_
_ qué haremos? _ 
_ qué haré yo, porque tú te mantendrás igual, es a mí a quien buscan y lo único que me queda es desaparecer_
_ pero, acaso te vas a quedar aquí para siempre? a dónde piensas ir?_
_ a América, están buscando hombres fuertes para buscar oro,  es lo único que me queda y cuando ya esté acomodado te traeré conmigo para estar libres de todo esto_
_ y crees que voy a resistir estar lejos de ti, moriré, moriré si tú no estás_
_ tienes que resistir, debes de ser fuerte como yo lo haré, recurre a este sentimiento al igual que yo_ 
Encontraron el bolso y a pocos metros la manteleta, luego él la llevo hacia un claro donde el sol era libre de ingresar y tocar el suelo, las hojas y todo lo que tocaba se pintaba de amarillo, las pelusas del ambiente bailaban alrededor del vestido, él la cogía de la mano para ayudarla, no dejaba de mirar su rostro como si quisiera grabar su rostro en su mente, su cabello cenizo peinado con raya al medio, con los rizos que caían alegres a cada lado de su cara acariciando sus hombros, el cuello largo, su piel rosada, tal vez por haber corrido y su labios rojos, húmedos, sus ojos negros profundos delineados por sus largas pestañas, no podría olvidar todo aquello, ahí sentada rodeada de naturaleza, parecía un cuadro, ese pintado por algún pintor famoso, no la olvidaría y no la olvidó desde el día que la encontró en el mercado queriendo comprar fruta, porqué el destino los había juntado, porqué de esa forma, porqué en esas condiciones, él un simple vendedor y ella la hija de un abogado importante en esas tierras, que no se le había ocurrido mejor idea que castigarlo afirmado que él había sido el asesino del hombre encargado de la tesorería del mercado, porque solo él tenía esa fruta roja con espinas, tal vez esas espinas le habrían traído mala suerte, pero él estaba seguro que no había sido, por que justo esa noche había estado con su hija, al final del territorio, cerca del bosque donde todos tenían miedo entrar menos él porque su padre le había enseñado desde niño a cazar en ese territorio y a no temerle, respeto sí, pero miedo no.
Ella tampoco dejaba de mirarlo porque también pensaba lo mismo que él, ella había enfrentado a su padre diciéndole que él estuvo con ella y que daría fe de ello, pero al hacerlo la reputación de la familia se iría a pique, como respuesta sólo recibió una bofetada y el encierro en sus habitaciones, ese día había podido escapar gracias a la ayuda de una de sus sirvientas quien la esperaba al borde del camino.    
_ voy a extrañarte mucho y no haré más que luchar para poder tenerte junto a mí lo antes posible_
_ júralo!_
_ lo juro!_
Sintieron que con esa promesa se había firmado un pacto, un pacto que nadie podría romper, como si Dios hubiera estado presente y los hubiera unido para siempre.
Las lágrimas caían a raudales, en cada abrazo se sentía la desesperación y el sufrimiento de la partida, de la separación, el gemido de sus almas se iban quedando tatuadas  en las cortezas de esos árboles que eran testigos mudos de esa lamentación.

continuará...

domingo, 22 de abril de 2018

CARTAS DE PARIS-Cap.3 (Historia basada en hechos reales)

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Las lágrimas no le permitían divisar el camino, porqué no había esperado, no fue sincera al decirle que esperaría y que hablarían con su padre  para casarse, había vendido todo para comprar una casita e iniciar un negocio juntos, acaso el amor no era tan sincero? no era tan fuerte como para ser capaz de esperar?
Esa mañana de sol parecía la mejor mañana de su vida, lo tenía todo, el dinero producto de la venta de sus tierras en el interior, la mujer que pronto sería su esposa, la bendición de sus padres para iniciar un negocio propio, pero no fue así todo se volvió gris y oscuro.
Las palabras de la tía reventaban en su cabeza, hasta pensó en un instante que gozó al darle la noticia,  ella eligió a otro hombre, ella va a estar mucho mejor, pero porqué, porqué?
La carretera sinuosa no lo ayudaba, la tristeza se fue apoderando de él hasta no darse cuenta que su ira hacia que  pise hasta el fondo el pedal del acelerador, las curvas se pronunciaban más y más,  tal vez ni se dio cuenta de aquella curva y al caer su último pensamiento fue lo mucho que la amaba.
Una pesadilla hizo que despertara, el recuerdo de su dulce voz la acompañaba, esos recuerdos la fortalecían ante todo lo que estaba pasando, ya habían pasado varios días, encontró harina, miel y un zapallo, se hizo una tortilla que sació su hambre por unas horas, iba comiendo un pedazo cada vez que el hambre la torturaba, cuando escuchaba algún movimiento afuera gritaba pidiendo ayuda, eran animales, todo estaba cerrado solo las ventanas de la claraboya del techo en la cocina dejaba ver cuando era de día y cuando de noche, quién podría hacer esto se preguntaba, quién tan malvado podría hacer esto y porqué a ella.
No supo cuantos gritos hizo antes que cayeran cosas por la claraboya luego  se acercaban a la puerta y le decían suavemente, solo te podemos ayudar de esta forma mi niña, era la voz de una anciana, ella le agradecía y lloraba.
Luego de unos días sonaron llaves en la puerta y el rechinar de las bisagras la puso en guardia, era un hombre alto, rubio, entre cano, de mirada fria, corpulento, con la camisa remangada y los pantalones de lanilla, sus zapatos estaban sucios de tierra, ella se escondió en el ángulo de la pared y el ropero, _sal quiero hablar contigo, ella se abalanzó sobre él con el cuchillo en mano, pero de un golpe la tumbó, le quitó el cuchillo y la sujetó del cuello, quiero que te quede bien claro esto, ya no hay marcha atrás, ya estás acá y ya hice contigo lo que tenía que hacer y por más que quieras no podrás regresar a tu casa por que estamos a miles de kilómetros, así que tranquila, acepta.
La aceptación es lo último que tendría.
_ Espero que mi padre tampoco acepte _

continuará...

viernes, 20 de abril de 2018

HAY ALGUIEN EN EL CHAT-Cap.3

Él pensó que podía caer, ella no cayó, pero quedó en ella esa duda, y no podía quedarse con eso dentro, tenía que tomar decisiones pronto y su decisión fue esa no seguir con ese juego.

Pronto se acercaban sus vacaciones y quería resolver este tema, un tema que hacía un año estaba rondando por su mente, habría sido verdad lo que le dijo? habría pasado por todo este problema sólo?, tenía que averiguar, tenía que ir.

El avión que sube y baja, los tickets, los itinerarios, los pasaportes, los miedos, su mal inglés y por fin llegó a Inglaterra, estuvo dando vueltas en el hotel y por sus alrededores, se subió a los carros rojos y  visitó todo Londres, pero fue todo como una película, ella estaba hecha una autómata.

Regresó al hotel, y no pudo dormir en toda la noche, se levantó por la mañana hecha añicos si bien es cierto las camas eran cómodas, la idea de presentarse a esa dirección y averiguar la verdad cruda y sencilla, la estaba matando.

La tarde estaba medio gris, el edificio se levantaba ante ella grande, elegante, sus zapatos estaban clavados al piso húmedo, todas las ideas caían como un cascada, tenía que acercarse y llamar, caminó hacía la lista de propietarios y cuando estaba ya decidida a tocar el interruptor la sombra de una persona la sobresaltó, cuando volteó la cabeza lo encontró ahí parado, frente a ella, el de la foto, era él, mirándola con cara de extrañado, ella apretaba a su pecho el file rojo con todos los mails y poemas que había recibido supuestamente de él.
En su perfecto inglés le preguntó a quién buscaba.
Dentro de su mente gritaba: _a ti, a ti_
_Estoy buscando al Sr. Williams.
_Pues el Sr. Williams, soy yo_
_Tiene Ud. Un momento para hablar, necesito decirle algunas cosas, no es nada malo, para usted claro, aunque sí, tal vez ... creo que para mí y para usted.
El retrocedió un poco extrañado.
_Sr. Williams disculpe, si no quiere recibirme está bien, con sólo decirme que usted es quien es ya me hizo un favor, que no me reconociera, ya entendí bien las cosas, gracias de todas maneras.
Cuando estaba lista para bajar un escalón.
_Espere, no se vaya, de qué se trata?_
_Es algo confuso, realmente _
_Ok. Señora, desea entrar y hablar.
Las piernas le temblaban, entrar? pensó, no sabía cómo caminar, se tropezó con el último escalón y sintió su mano sujetándole el brazo.
_Tenga cuidado, el piso está un poco resbaloso, por las lluvias sabe_

Ella sólo asintió con su cabeza, no tenía palabras, sólo las que había estudiado mentalmente y no quería pronunciar ninguna para no olvidar nada.
Llegaron al departamento,  él se adelantó para abrir la puerta y su cercanía invadió su cuerpo de temores y angustia pero también de emoción, le dio espacio para que entrara y su hombro rozó el pecho de él, sus ojos estaban clavados al suelo y sentía la cara sonrosada, le ayudo a quitarse el abrigo y en cierta forma sintió descanso de desahogarse un poco de ropa, el gorro que había comprado en un "mercado de pulgas" que databa de los años veinte, los guantes de cuero, el foulard de Burberry mientras recibía cada prenda su mirada recorría su cuerpo, le señaló la dirección de la sala y le invitó a sentarse, le ofreció un té y claro se lo aceptó, su lengua y su garganta estaban secas, de la emoción, de la angustia, el corazón latía tan fuerte que pensaba qué él podía escucharlo hasta la cocina donde se encontraba preparando el bendito té.
_Bueno señora, escucho lo que ha venido a contarme_
Respiró profundo e inició todo su relato, la cara de él iba cambiando de expresión, fría y lejana a sorpresa y molestia, cuando percibía que no llegaba a entender volvía a repetir la idea de otra forma y le enseñaba cada una de las cartas, poemas y mails.

En un instante se quedó leyendo cada uno de los papeles que le iba entregando, los miraba intrigado y un poco molesto, hasta pensó que estaba muy molesto, pero no con ella  sino con la persona que había tramado todo esa historia en su nombre.
_Y bueno, he venido hasta acá, porque tenía la duda y quería confirmar y no quedarme con este sentimiento para siempre.
_ Sólo ha venido hasta acá… sólo por esto? Señalando el file rojo.
_ Pues también para conocer el país, y de paso para este asunto_ suspiró_ bueno, hasta acá llegué, gracias por atenderme Sr. Williams, si no lo hubiera hecho, me hubiera sentido fatal, creo que me volví un poco obsesiva, gracias nuevamente, por su tiempo y por las molestias que le he ocasionado, si desea le dejo el file, si es que desea hacer alguna averiguación, no sé.
Se quedó mirándola un instante, y como si despertara de repente.
_ Disculpe, señora, me dijo que venía de dónde?
_Perú_
_ Oh!!!

Se levantó como si le hubieran puesto un resorte, ya no tenía más que conversar, no tenía más que decir, y quería llegar a su hotel, para hacer algo, llorar, gritar, meterse de cabeza a la bañera.
 _Bueno, Señor Williams, de nuevo gracias por su tiempo, no quiero molestarlo más, tal vez tenga cosas más importantes que hacer, que escuchar a una loca como yo.

Avanzó a donde estaba colgada su ropa y él la siguió para ayudarla, su proximidad le hizo temblar una vez más, él era otra persona, no era él con quien había conversado hacía tiempo era otro distinto pero, le hacía sentir extrañamente atraída.
_ Es un poco tarde para que una extranjera esté andando por ahí, le molestaría que la acompañe a tomar el taxi, dónde está hospedada?_
_No se preocupe Sr. Williams, ya le he quitado mucho de su tiempo y no quiero incomodarlo, cruzo la pista y tomo el taxi, estoy cerca sabe, hasta estoy pensando regresar caminando para pensar un poco, esta situación es un tanto extraña, como usted comprenderá_
_Pues sí, es cierto, un tanto extraña y desagradable también, pero como usted me indica, donde usted está hospedada está cerca y si va a caminar sola no se lo recomiendo puede perderse, o tal vez ya no quiere saber nada de mí y cortar este tema de raíz, tal vez yo la incomodo_
_No, usted no, es la situación, pero como le digo no quiero incomodarlo más con mi presencia, Sr…
_ Patrick, soy Patrick y no me va a incomodar acompañarla, no quiero que regrese a su país y diga que los ingleses no somos unos gentlemen_
Aquella sonrisa.

Sus ojos lo miraron como si fuera un fantasma, le asustó la idea de ir caminando con él, caminar con un extraño conocido, qué es eso mujer?

Al abrir la puerta del edificio, el aire frío pegó en su cara, pero su cuerpo estaba tan caliente por lo sucedido que dejó de sentirlo mientras pasaban los minutos, él le iba dirigiendo como llegar, realmente se hubiera perdido si se iba sola, el tráfico era diferente, las calles eran diferentes y casi se resbaló de nuevo, él la sujetó  del brazo nuevamente y sentirlo hizo que se desatara en llanto, no podía calmarse, no encontraba sosiego, él la miraba asombrado, tal vez por ver a alguien llorar con tanto sentimiento o con tanta rabia, no podía dar un paso más, solo quería llorar y llorar hasta que todo el llanto  de sus adentros se gastara, él no sabía qué hacer y decidió abrazarla y sus lágrimas brotaron con más dolor, con más sentimiento, su abrazo caló tan profundo, su olor, su cuerpo, su presencia la envolvió,  hacía un año de ese episodio que no sentía a nadie cerca, no había tenido más contacto con nadie, sentía que su piel se abría como una flor en primavera, y sus lágrimas no cesaban.
_Calma, calma, yo sé, está en shock, es por eso que no quería que se fuera sola, pensé que podría pasarle algo_
Al escuchar esas palabras, su cuerpo lo rechazó y de un movimiento se liberó de sus brazos y entre llantos le gritó.
_Ningún hombre merece nada de esto, lloro de pena que existan personas que sepan aprovecharse de los sentimientos, lloro de rabia.
_Perdóneme por favor, no quise ofenderla, por favor no vayamos a su hotel, no quiere ir a cenar algo, ha estado toda la tarde esperándome, según lo que me comentó, vamos a conversar, yo no tengo nada planeado, qué dice, vamos?
Aquella sonrisa nuevamente.
Se dejó llevar por él, su mano de pronto volvió a su brazo y le fue guiando a un restaurant cercano.
_ estoy horrible, no tendrá vergüenza de entrar con alguien con los ojos rojos e hinchados de haber llorado tanto, pensaran que usted me ha golpeado.
_ Eso interesa ahora?
_ Pues creo que no, Sr. Wil…
_Patrick, ok
_ Ok, Patrick, no creo que sea correcto que hagamos esto, es tan raro, tan extraño.
_No importa, el destino  a veces juega con nosotros y es por algo, dejemos que fluya.
Ahí estaba, sentada con él en el "restaurant" y sí todos les observaron al ingresar, no sabía cómo esconder sus ojos hinchados de tanto llorar, él  sonreía regalándole la confianza que había perdido.

Conversaron mucho y muchas cosas, en un instante se encontraba sonriendo por algo que él le había corregido al hablar, cuando llegaron a su hotel, pensó que los dos años se habían perdido entre las calles camino al hotel, él le había contado todo sobre él y ella también.
_Cuándo te vas?_
_ Qué tan rápido te aburriste de mí, que ya quieres que me vaya, será porque he hablado tanto? _
_No, no es eso… _ sonrió de nuevo, aquella sonrisa.
_No te preocupes los latinos somos de hacer bromas a todo, no me hagas caso, yo hago bromas cuando me siento nerviosa_
_Y porque te sientes nerviosa, o sea, yo sé, pero creí que ya estaba resuelto no?
_Pues sí y tú me diste nuevas esperanzas, hay personas buenas realmente, que sin conocerte te tienden la mano como tú, hoy.
_Entonces cuándo te vas?
_Cinco días, luego parto, mi familia me espera.
_Y en esos cinco días puedo buscarte y hacerte yo el tour.
Su sonrisa iluminó el lobby del hotel, las calles, los autos, llegó hasta el Támesis y podría jurar que si lo hubiera visto en ese instante habría sido de color azul como los ojos de él, hasta los rincones más oscuros de Londres se iluminó, esa sonrisa llenó su alma.
_ Si me lo pides de esa forma no puedo negarme, está bien pero prepárate porque voy a llorar mucho…
-Estaré preparado, llevaré pañuelos.

Fin.

jueves, 19 de abril de 2018

HAY ALGUIEN EN EL CHAT-Cap.2



Pasaron tantos días escribiéndose, gozó cada minuto de su compañía, le contaba todas sus aventuras, decisiones con su vida, se convirtió como un confesor, hasta que la pregunta le sorprendió.

_quieres casarte conmigo?_
Tal pregunta resonó en su cerebro como un disparo, qué le pasaba? ella le había dicho que todo esto era algo light, cómo se iba a comprometer con alguien que no conocía? Por qué?

Mails van, mails vienen y él siguió insistiendo en la propuesta, todas sus amigas le alentaban en decirle que aceptara, pero cómo?
Insistió que deberían de conocerse y acordaron que en Julio vendría, que ahí lo iba a conocer realmente, estuvo horas enteras  mirando sus fotografías y comenzaron las dudas:
Serán sus fotos, realmente?
Nunca lo he visto, será un juego?
El teléfono que le proporcionó no era accesible con el móvil.
Inicialmente no le quiso dar su dirección, alegando que él nunca había recibido nada de nadie.

Luego le comentó que se iría de viaje y que luego vendría al país, aunque sea para estar por algunos días con ella, por fin, alguien pensaba en ella se dijo a si misma.
Los días pasaron y la ansiedad del encuentro copaba su mente,  otra vez la idea loca, demasiado hermoso para ser cierto, y es ahí cuando recibió un mail :
_ Estoy por aquí,  y mis tarjetas de crédito no funcionan, necesito de tu ayuda.
_Qué, no entiendo, qué ayuda?
_Necesito dinero, puedes enviarme dinero y cuando llegue te lo puedo reembolsar?_
_Pues no, no puedo ayudarte en eso, acuérdate yo no te conozco, no sé quién eres, si bien tenemos una "cercanía", eso no significa que tengamos ya una relación, espero entiendas.

Lo que tal vez algunos tendrán en mente, es que  todo esto era un juego y esta persona quería algo más de ella, no su amistad y su compañía, sólo quería el dinero que le podría proporcionar.

Lo que nunca esperó es que ella estaba preparada para estas contingencias, ella sentimentalmente no estaba involucrada y estaba en su lugar, todo estaba en su lugar y no quería empeñar nada en su vida.

Él pensó que podía caer, y no cayó, pero quedó en ella esa duda, y no podía quedarse con eso dentro, tenía que tomar decisiones pronto y su decisión fue esa, no seguir con ese juego.

Pronto se acercaban sus vacaciones y quería resolver este tema, un tema que hacía un año estaba rondando por su mente, habría sido verdad lo que le dijo? habría pasado por todo este problema sólo?, tenía que averiguar, tenía que ir.

continuará...

martes, 17 de abril de 2018

HAY ALGUIEN EN EL CHAT?-Cap.1


“Busco una mujer buena, de nobles sentimientos, que quiera formar una familia y envejecer conmigo.”
_Acaso no hay otra frase más original, la de ella fue “soy mujer y me gustan los hombres” y para que sepan cómo realmente soy “ amarás a tu prójimo como un vestido Gucci “; veamos las fotos, hmm, muy bien, hmm está bien, responderé pues, no pierdo nada, al final cuando no tenga nada que hacer, me sentaré frente a la computadora a conversar con este hombre, no pasaré peligros puesto que vive a cientos kilómetros de distancia, no habrá presión de las citas, aquello de: “qué me pongo?”, y probarte todos las tenidas de tu closet para terminar diciendo “no tengo que ponerme”, “cuál de todas las prendas íntimas que tengo serán las adecuadas?, la rosa para parecer juguetona, la blanca para parecer inocente, negra para parecer apasionada o la roja para parecer sexy y para que nunca te las vea, “estaré gorda?”, “en la cita comeré poco”, aunque después  llegue a casa a vaciar la refrigeradora, “lávate los dientes después de comer”, “la cartera irá con el zapato?”, como si los hombre se dieran cuenta de ello, echarnos el perfume, el más fino que tengamos en el tocador, ponerlo en los puntos obligados “beso, abrazo y por si acaso”, y sobre todo algún artefacto de control de la natalidad o protección sexual en la cartera, porque aunque sea la primera cita y estamos obligadas a decir que no, a veces las copas de vino nos empujan  a lo contrario, está decidido aceptaré, en esta relación a distancia   no habrá poses, ni frases hechas.
Por fin la relación ideal, cada cual en sus asuntos, además ya se había acostumbrado a estar sola, todos sus amigos le decían que debería de conseguir a alguien con quien salir, pero los candidatos no le gustaban, además era genial estar solo, puedes ir a cualquier sitio sin tener que consultar a nadie, elegir lo que te dé la gana sin tener que preguntar si puedes gastar, porque al final es tu dinero, es tu tiempo y es tu esfuerzo y sobre todo el control del TV era totalmente suyo.
Bueno, todo estaba en su lugar, ella estaba en su lugar, las cosas estaban en su lugar, ganaba lo que quería en su trabajo, tenía a las amigas más buenas y queridas del mundo,  ella se sentía capaz de hacer lo que se proponía, y tener a alguien todavía no estaba en sus planes.
_ no sé muy bien el inglés, cómo vamos a hacer?_
_ no importa ya veremos cómo nos entendemos, pero no dejes de escribirme, por favor_
_ok, vamos a intentarlo, al final nada perdemos, sólo horas de ocio_
_ pues sí, pero no dejes de escribirme, eres una persona muy agradable_
_tú igual, agradable y dulce_ medio día de risas y mensajes.
La conexión se había abierto.
Era ella nuevamente, ¿puso en práctica todo lo que antes había aprendido?, el cuento de hadas se apoderaba de ella y no podía abandonar su esencia.
Con esto quiero decir, que no podemos erradicar nuestro propio ser, el real, ella era una romántica empedernida y tal vez sea en este valle de lágrimas una de las últimas locas románticas del mundo y no lo podía negar, hacía su vida, era independiente, tenía su trabajo y su familia pero en la noche le rezaba a San Antonio.
Qué paso con el tipo del mail?, pues para que no se queden con la curiosidad, les describo un pasaje de esta historia, ahora  si desean la completa y con lujo de detalles, sigan leyendo si es que aún no se aburrieron de mí.
Pasaron tantos días escribiéndose, gozó cada minuto de su compañía, le contaba todas sus aventuras con mis amigas, sus decisiones con su vida, se convirtió como un confesor, hasta que la pregunta le sorprendió.

continuará...


domingo, 15 de abril de 2018

CARTAS DE PARIS - Cap. 2 (Historia basada en hechos reales)

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El día estaba sombrío como si presagiara el fin de algo y el comienzo de cosas no muy buenas, cosas que durante generaciones se llevarían como tatuajes de sal.
Al caminar Camelia dejaba un eco, la piedra del piso soportaba el golpe del taco como esclava fiel y sumisa, a pesar de cu tan corta edad hacia que el zapato argentino le diera un aire de señorío, elegancia que los antepasados dejaron como herencia, el vestido azul volaba alegre, se golpeaba al compás de sus pisadas contra sus  pantorrillas, el pequeño escote terminaba con un pequeño nudo al frente y el drapeado daba vuelta hacia la espalda ese escote dejaba lucir su piel blanca que hacia contraste con su cabello negro ondulado, sujetado por un par de peinetas y con el rosado de sus mejillas producto del caminar rápido, el abrigo de paño daba calor a su cuerpo delgado, a lo lejos unos ojos, achinados para obligarse a ver desde su posición, ya se acerca se decía en su interior, ya se acerca.
Cuando pudo abrir los ojos, estaba sola tendida en el piso, solo un tenue rayo de luz de un tímido sol tal vez avergonzado de lo que vio, en el techo entraba la luz que se apagaba viendo la cercanía de la noche, después de despejar su mareo observó la habitación, estaba ordenada, todas las cosas en su lugar, pero ella no lo estaba esa no era su casa, no era el lugar donde vivía con su padre y su tía, no era el lugar donde estaban sus hermanos, intentó levantarse y sintió mareos no podía estar de pie, se sostuvo fuerte como si fuera el último de sus alientos, pudo levantarse pero su cuerpo no pudo sostenerse por mucho tiempo y volvió a desmayarse.
Al cabo de algunas horas, el hambre, la sed y la posición donde se encontraba hizo que de nuevo se despertara, sintiendo menos el mareo inicial, sobre la mesa un plato de sopa y un pedazo de pan, ya estaba sin zapatos, ya estaba sin su vestido azul y sin el abrigo que la cubría en los días de invierno, sintió que el cuerpo le dolía, las piernas le dolían, su destino le dolía. Lloró al comprobar que el destino, ese que le dolía estaría junto a ella por mucho tiempo y que nadie sería capaz de ayudarla. El llanto adormeció su ser y cerró los ojos para que el cansancio se adueñara de ella  y rezaba que fuera para siempre, se tocó, miró sus dedos, había sangre, en el silencio de la noche se escuchó un grito que espantó a los gallinazos que se disponían a dormir.

Continuará...

miércoles, 11 de abril de 2018

SUELTA TU CABELLO NEGRO-Cap.2



_ No hay nada más hermoso, que ver a una mujer soltarse el cabello y ver que este cae como una oscura cascada sobre sus hombros blancos y que al mover su cabeza el cabello acaricie suavemente sus senos. Es hermoso ver la suavidad de su espalda y que tus pensamientos se golpeen en tu cerebro, por fin tocarla o dejar que continúe así como una imagen para grabarla para siempre en el alma_
_ Amigo, se ve que estás enamorado_ enfatizando la última palabra, sílaba por sílaba.
_ cómo se llama?_
_ no amigo, estoy sólo, no tengo a nadie, por ahora.
_ entonces, por qué tanta cursilería?_
_ acaso los hombres no podemos ser sentimentales, ser cursis,  ser románticos??
_  no te ofendas pero así suenas, cursi.
_ es cierto, nosotros los hombres debemos de hablar de cuantas mujeres conquistamos, a cuantas dejamos y todas esas cosas, pero no podemos hablar entre nosotros de lo que verdaderamente sentimos porque entonces llega la burla…_
_ oye no te ofendas, pero sonó así, perdona… deja que cambie el casette. Cuenta, porqué hablas de esa forma, sino tienes a nadie cerca.
_ Han pasado 10 años…
_ De qué???
_ han pasado 10 años de no verla y en el face nos hemos vuelto a conectar, su hermana me ubicó y luego envío la invitación, y lo que acabo de contarte es la imagen que tengo guardada en mi mente por 10 años…
_ oye, pero no crees que ella ha cambiado estará gorda, vieja, fea, renegona todo lo que la edad va dejando…
_ no, no ha cambiado está igual…
_ y cómo lo sabes??
_ hablé con ella, sigue risueña, su risa suena igual, su voz suena igual, tal vez piensa diferente, por la madurez pero su esencia sigue igual… yo lo sé.
_entonces ve a verla
_ no puedo, tengo miedo
_ y ahora ¿?
_ lo nuestro no terminó bien sabes, terminó mal, nos hicimos daño, pero al darme cuenta hasta lloré por ella… por un instante pensé que nos odiaríamos para siempre, pero solo fue en un principio, si bien es cierto hice mi vida y seguí adelante, pero ella siempre estuvo en mis pensamientos, tanto que a veces esos pensamientos me carcomen, la pienso así, soltándose el cabello, moviéndose, pero no para mí sino para otro.
_ pero hace tiempo que terminaron, es normal que ella haya tenido a otros hombres en su vida, no? Igual que tú varias mujeres, no?
_ sí, es normal, pero eso quedó atrás, hace años que está sola, su hermana me comentó que hace casi 5 años que no tiene a nadie, que vive sola
_ entonces está fea
_ no, me envió fotografías de cuando vino a Europa y estaba igual, las baje del face y las tengo en el  móvil, mira
_ no está mal, es una mujer atractiva
_ es que tendrías que conocerla, no sólo es atractiva, es independiente, es inteligente, es graciosa
_ es la que te mando al diablo.
Su mirada cambio de repente, la chispa que brillaba en aquellos ojos marrones, se desvaneció, como si alguien hubiera soplado una vela.
_ tienes razón, demasiado entusiasmo para alguien que me mando al diablo, no?
_ creo que  sí, lo único que te puedo decir, es que tengas cuidado, si vas a volver a ver al diablo anda preparado, mucho cuidado con tus sentimientos, no dejes que te traicionen, sino estás perdido.
_ perdido estuve desde el día que la dejé ir, pero ella estaba harta quería estar sola o conocer a otras personas y yo accedí, no sé si hice bien o debí insistir.
_ nadie sabe ni sabrá que debiste de haber hecho, el hubiera no existe, tal vez ella ya conoció a todos los que tenía que conocer y ahora está esperando recuperar el tiempo o reencontrar las cosas buenas que dejó atrás, lo que te queda es presentarte como la mejor cosa que ella dejó atrás.
Lo miró para asegurarse que no se estaba burlando de él,  y no, su amigo estaba serio y hablaba como si meditara en voz alta moviendo las manos y mirando a la nada, como un filósofo incomprendido
_ tienes razón, pero quieres que te confiese algo?
_ dime_
_ cuando hablo con ella puedo hablar de todo y me encanta pero cuando quiero hablar sobre este tema no puedo, me tiembla todo, pienso que me va a mandar al diablo de nuevo o que se va a burlar_
_ oye y cómo crees que vas a averiguar que tiene ella en la cabeza, con una trepanación? Tienes que preguntarle no? Y cualquiera sea la respuesta pues te aguantas.
_ qué fácil es decirlo no?
_ pues sí,  y para tu tranquilidad, todos hemos pasado esto
Terminaron de tomarse las cervezas en el bar después de conversar de otras cosas, la oficina, el clima, los deportes, pagaron la cuenta y se despidieron en la puerta. Mientras caminaba rumbo a su casa iba pensando,  los hombres podemos ser románticos? Se preguntaba y dentro de sí se contestaba, claro que sí, no solo románticos sino súper románticos, pero eso al igual que a las mujeres no les ayudaba mucho, pensar que ella le iba a aceptar volver y ser pareja nuevamente, pensar que ella ha estado todo este tiempo esperando por un hombre como él y que nunca debió romper, pensar que ella en estos  momentos estaría pensando en él en el otro lado del mundo, pensar, pero sólo es eso pensamientos.

Llegó a la puerta de su casa, el aire soplaba fuerte, al abrir la puerta giro sobre sí, miro hacia el cielo, la noche estaba negra y sin estrellas, si tendría que describir como era su soledad y su tristeza por tenerla lejos, pondría como ejemplo esa noche. Dio un gran suspiro como dándose valor y entró a su casa, limpia, ordenada pero sobretodo vacía.

El ser humano puede amar no una sino muchas veces, pero cada amor es diferente, el primer amor está lleno de inocencia, el amor de juventud está lleno de pasión, el amor de adulto es maduro, y cuando llegamos a esa edad en que nos llenamos de amores vamos buscando al que se parece a ti o al que te da lo que tú no tienes para crear por fin tu balance universal. Y si nos quedamos estancados en un único amor y este no nos corresponde es porque dentro de nosotros estamos guardando miedos, miedos que no superamos, miedos que no nos deja avanzar, que no nos permite buscar un nuevo ser donde encontrar el verdadero, bueno y profundo amor.


Sácate los miedos, estos ocupan espacio en la mente y en el alma y sobre todo pesan, pesan tanto que te puedes hundir y ya no hay salvación.

Fin.

lunes, 9 de abril de 2018

SUELTA TU CABELLO NEGRO-Cap.1


Quiero procurarte, y fue mirando como su rostro se acercaba a ella, tomó su cara con sus manos y se perdió en sus ojos, miró sus labios que pronunciaban su nombre, despacio, muy quedo, ese sensación la invadió, la sensación de sentir su aliento en su boca, se besaron y su beso invadió su alma, sus sentimientos, su cerebro.
Quiero procurarte, no te apartes nunca más de mí, fue como un quejido tierno, desolado, sombrío, su voz sonaba ronca, hueca, su rostro se acercaba a sus mejillas, a su pecho y suspiraba, suspiraba, como si quisiera retener el llanto, un llanto infinito, un llanto que si empezaba nunca más terminaría.
Quiero procurarte, júrame que nunca me dejarás, que nunca más me dejarás, ni un solo instante, júrame! quiso hacerlo, jurarle, jurarle que lo amaba que no lo iba a dejar nunca, y también decirle que él la había abandonado, acaso no sé acordaba? qué él había decidido por los dos, pero no pudo decir nada, sus besos le cerraban la boca, sus besos la dejaban en blanco, júrame, júrame! Sí, sí, era la única sílaba que podía pronunciar, que él le dejaba pronunciar, sintió sus manos apretar su cuerpo, con fuerza, con demasiada fuerza, casi el dolor le apartaba de los últimos pensamientos dulces de esos momentos.
Júrame, júrame! Sí, sí, dime que me amas, que me amarás siempre, sí, sí, las lágrimas salieron en caudal, sí, sí, siempre te amaré…
Las lágrimas corrían por su rostro, el sudor mojaba su cuerpo, había sido un sueño, sólo un sueño, él había partido hace cuatro, cinco, hasta seis años atrás no quería esforzarse por pensar, aún estaba medio dormida, espantada por aquel sueño, él había dejado todo, se había alejado de ella y ella ya  tenía una nueva vida, su propia vida, entonces, porqué aquel sueño? Recostó su cara en la almohada, y recordó y volvió a llorar, tal vez podía engañar a todos, pero no podía hacerlo a sí misma, aún lo amaba, aún lo tenía dentro, un amor podía estar dormido por tanto tiempo en el corazón o en el alma y despertar un día cualquiera? Despertar para seguir haciendo daño, uno puede amar a alguien para toda la vida, aunque nunca más lo vuelvas a ver?
_Creo que sí_ se respondió a sí misma,  está sucediendo, estoy muriendo de amor, y él ni lo sospecha, estará en el otro lado del mundo, viviendo su vida, tal vez con otra persona, y yo, yo estoy aquí,  llorándolo,  soñándolo y por qué? O tal vez lo sueño por que como muchas veces cuando él me pensaba o cuando yo lo pensaba llegaba una llamada o un mail, tal vez me estaba recordando y es por eso que lo soñé. Quién me puede dar una respuesta, su cuerpo se movió como si quisiera volver a recordar aquella escena, sus lágrimas seguían fluyendo sin compasión, regresa, regresa, regresa…
_Para qué quiero que regrese?, podré tener su cuerpo, pero no su alma, ni sus sentimientos y mucho menos sus pensamientos, si regresa  tendría sólo una parte de él y no sería justo, me  merezco  todo, el total de él y eso iba a ser imposible, un ser humano puede amar  una vez y luego nunca más?
El sueño como un padre amoroso fue abrigando su cuerpo, fue desapareciendo aquellos pensamientos y fue adormeciendo ese amor loco, añejo, amargo como el vinagre y  sin sentido.

continuará...

domingo, 8 de abril de 2018

CARTAS DE PARIS - Cap. 1 (Historia basada en hechos reales)


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La familia, aquella familia que como otras guardó sus secretos dentro de un tocador, de un pendiente, de una maleta, de un galpón, de una caja de zapatos, de una canasta o simplemente dentro de un ataúd, su familia también los guardó.

Secretos trágicos, dementes o alegres que hacen que una familia se mantenga unida sólo para mantener esos secretos o recuerdos bien guardados, secretos que se deben ir perdiendo de generación en generación pero que no llega a suceder por que siempre hay alguien que tiene el desbordante deseo de hablar y limpiar el alma o llegan a pensar que al decirlo tendrá un perdón o un buen desenlace.

Secretos de familia que quieren salir y en su deseo envían los mensajes en código que solo los que pueden, escuchan, los que pueden, observan, los que pueden, entienden.

Tal vez una fecha se repite en distintas generaciones el mismo día, 1,910, 1,924, 1,965, mes donde los guerreros nacen, así dicen, tal vez ese es el mensaje? que somos guerreros y ya? no era  necesidad de de dar una respuesta, por que es una pregunta retórica o porque la solución a todo es ese número.

En el seno de esa familia se han tejido historias salvajes, tiernas e inspiradoras que tal vez en todas las familias se cuentan, son historias que intentan salir como lobos hambrientos, historias dispuestas a salir por que bajo el sol nada se oculta.

La casa había estado a la venta por mucho tiempo, estaba tan vieja que hasta los recuerdos se habían arrugado, al inicio nadie quería venderla pero el entusiasmo de los jóvenes de la familia había empujado el ánimo de hacerlo. Era la última oportunidad de ver la casa de pasear por sus habitaciones, por los corredores y jardines e intentar recordar para rescatar por última vez todo lo que se vivió y sobre todo lo que se sintió.

Caminó por todos los rincones, algunos le hizo dibujar una sonrisa y en otras ocasiones una lágrima se asomó lavando sus memorias, cuando salió al jardín trasero aún estaban las rosas, estaban enfermas quizás por que ya nadie las cuidaba cuando subió la mirada pudo divisar una ventana que hacía mucho tiempo no veía, era el lugar donde la familia guardaba las cosas que no utilizaban constantemente, las cosas de navidad, la ropa y juguetes que iban a donar, tal vez  subir sería bueno para confirmar que nada se había olvidado. Las escaleras rechinaban a la medida que subía, qué horror se decía, si uno de estos escalones de hunde me hundo yo también, por fin llegó hasta la pequeña puerta que se encontraba cerrada, abrió despacio, no había nada, se dirigió hacia la ventana para mirar el jardín por última vez, cuando dio tres pasos una de las tablas se hundió haciendo que cayera y rodara, cuando se cercioró que estaba bien y que solo había sido un tropiezo pudo ver que entre las tablas rotas había una canasta, ahí estaba, antigua, desteñida, ya casi desintegrada, con el paso de los años el mimbre se estaba volviendo en polvo, el lazo rojo descolorido la sujetaba con la extraña fuerza de no desear quedarse en el pasado o quedarse amarrado para que el pasado no nuble el presente, cuando lo desenredó el polvo voló por los aires que la hizo estornudar, la abrió despacio y pudo encontrar cartas atadas en siete grupos y un cuaderno con la tapa ya roída igual que los bordes de cada hoja, si luego de leerlas le hubieran preguntado, hubiera respondido: está historia está tan roída como las hojas de este diario.

Continuará...